LABORATORIO DE CERA
Pieles.
Proyecto becado por el programa Cultura Resident del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana en Berlín en la Kunsterhause Bethanien 2023
Este proyecto reflexiona sobre la naturaleza orgánica de la cera y su capacidad de cambio y transformación. La investigación se centra en la apreciación de la cera como un material extraordinario, tanto en términos físicos como simbólicos, sirviendo como metáfora de la vida y la muerte.
Uno de los principales desafíos en la conservación de la cera es su sensibilidad los cambios de temperaturas, cuando hace calor se vuelve pegajosa. Esto conduce a la encapsulación de polvo y otras partículas suspendidas cuando se enfría. Este fenómeno se debe a que las moléculas de cera son compuestos orgánicos compuestos principalmente por largas cadenas de hidrocarburos, es decir, átomos de carbono e hidrógeno. Estas cadenas son hidrófobas, repelen el agua, pero son capaces de unirse con otras moléculas no polares, como los compuestos orgánicos volátiles (COV) en el aire o los hidrocarburos en el agua. Esta propiedad se ha utilizado para medir la contaminación ambiental mediante el análisis de muestras de cera de abejas y otros tipos de cera. Por lo tanto, la cera puede funcionar como un termómetro ambiental.
Esta investigación se centrará en la cera virgen que es producida por las abejas para almacenar miel y polen. La cera tiene una estrecha relación con el ser humano desde tiempos inmemoriales y ha sido utilizada en infinidad de formas y contextos.
Berlín tiene una rica tradición de producción y uso de cera en campos culturales y artísticos. Por un lado, la ciudad tiene una estrecha relación con las abejas y se ha convertido en un lugar donde se valora y promueve cada vez más la apicultura urbana y la protección de las abejas. Se estima que Berlín tiene más de 500 colmenas en toda la ciudad, muchas de ellas ubicadas en azoteas y parques públicos.
Y también hay que tener en cuenta que en Berlín, la cera ha tenido una larga tradición en el campo del modelado anatómico. La cera ha sido utilizada durante siglos para crear modelos de anatomía humana, que se han utilizado para la enseñanza en escuelas de medicina e investigación en el campo de la anatomía. Uno de los ejemplos más destacados de este uso se encuentra en el Museo de Historia de la Medicina de Berlín, que cuenta con una colección de más de 750 modelos anatómicos de moulages dermatológicos de cera. Esta colección se considera una obra de arte debido a su precisión y detalle, y ha sido utilizada por generaciones de estudiantes de medicina para aprender sobre la anatomía humana.
Con Skins se pretende descentralizar la mirada antropocéntrica y dar voz a lo sensible y no humano. Por ello crearía obras que abandonen la capacidad de mimesis que tiene el material para centrarnos en las cualidades propias de lacera. Y trabajarla como si fuera una piel con agencia. Una piel que a lo largo del tiempo se ve afectada por el entorno, la temperatura y los elementos modificando lentamente su superficie. Como si fueran unos moulages dermatológicos en los que la cera se vuelve cuerpo. Pero es un cuerpo compartido, desantropizado, un órgano expuesto.
LABORATORIO DE CERA
De la representación de la naturaleza al derretimiento ontológico.
Proyecto becado por el programa Cultura Resident del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana en el Museu de Belles Arts 2022
Esta residencia fue el origen de la investigación. Se creó un laboratorio dónde se investigó técnica y simbólicamente la cera como material.
Esta investigación se puso en relación con las colecciones científicas pero descentralizando la mirada antropocéntrica para dar voz a lo sensible, a lo no humano y permitirnos generar nuevos vínculos con lo natural. Generando una suerte de muestrario que recogió no sólo las diferentes técnicas sino también texturas, formas y colores.
Para ello se creó un equipo de pensamiento interdisciplinar formado por biólogos y docentes para realizar una investigación técnica que aúne ciencia y arte. Inspirándonos en los modelos naturales del museo de Historia Natural del Instituto Francisco Ribalta rescatando y poniendo en valor las técnicas en peligro de extinción del trabajo con cera que surge a principios del siglo XVII para la didáctica de la anatomía, humana, animal y vegetal.