UNA VEZ EXTINGUIDAS LAS LLAMAS...
Instalación en la Facultad de Biología y Geología de la Universitat de València en el marco de la La Mostra Art Públic 2022.
“Una vez extinguidas las llamas” surge de los relatos, de los rumores y las especulaciones sobre lo que pudo haber conformado el Museo Universitario de Ciencias Naturales más importante del siglo XIX de toda España.
El daño sufrido que comenzó con el incendio de 1932 desencadenó una serie de catastróficos sucesos que hicieron casi desaparecer todas las colecciones que albergaba. De los cientos de miles de piezas sólo se pudieron salvar trescientas y no se tiene constancia de la pérdida que supuso ya que los catálogos e inventarios también se perdieron.
Los especímenes que sobrevivieron al incendio, al igual que la universidad, fueron diseminándose por diferentes sedes. Algunos se guardaron en los almacenes, en sótanos y en despachos sumiéndose en el abandono y el olvido.
Ha sido fundamental la participación de Anna Garcia Forner, Natalia Conejero Ortega , Mª Ángeles Raduan Ripoll, Amparo José Mora Castro, Javier Lluch Tarrazona y José Mª Azcarraga para poder reconstruir, a través de su relato, aquello que ya no está.
“Una vez extinguidas las llamas” es una instalación realizada completamente con una pasta de modelar de manufactura artesanal compuesta de cera virgen de abeja y cenizas. Recreando el patrimonio calcinado y exponer los restos resurrectos de este oscuro suceso. La instalación se trata de un especie de ritual votivo que permitirá devolver a la “vida” a estos especímenes, permitiendo al rumor volverse cuerpo. Crear objetos cargados de historia; materialidades que nos cuentan un relato de lo que ya no está. La cera siempre ha sido considerada una sustancia extraordinaria, no sólo por sus cualidades físicas sino también por sus cualidades simbólicas, funcionando como una metáfora de vida o muerte.